La recuperación económica llega y aunque sé que muchos colegas del ámbito económico no pondrían  la mano en el fuego con esta afirmación de mejoría,  prefiriendo ser prudentes, aunque el dramatismo, los diagnósticos tristes  y las sentencias apocalípticas de algunos quieran convencernos de que todo va e irá a peor, aunque las cifras y las previsiones hayan fallado el suficiente número de veces como para no fiarse del todo, lo cierto es que el clima empresarial y económico se muestra cada día más favorable y señales positivas en la macroeconomía nos proporcionan una fuerte inyección de esperanza.

¿Algunas de estas señales para esperanzarnos? La primera es la que conocíamos en el pasado mes de noviembre a través del Instituto Nacional de Estadística, confirmándonos que en el tercer trimestre la economía española salía técnicamente de la terrible recesión. Otra señal es que el consumo privado está creciendo por primera vez después de muchos trimestres en negativo. La inversión en bienes de equipo lleva ya tres trimestres en positivo, el tímido pero constante aumento de la ocupación en el sector privado  apunta a una estabilización del empleo. Por otra parte el Tesoro está acudiendo con normalidad a los mercados internacionales de capital y se financia a tipos de interés que hacía tiempo que no veíamos. Por supuesto nuestra prima de riesgo sigue bajando y la rentabilidad del bono a 10 años sigue cayendo a niveles que tampoco se veían desde hacía mucho tiempo.

Son señales que hay que tener muy en cuenta y que nos están situando en un escenario distinto al de hace un año por  estas fechas.

Desde el observatorio económico y empresarial de Agenda de la Empresa estamos comprobando cómo el tejido empresarial está ganando en competitividad y, esa situación se refleja en el comportamiento de las exportaciones. Por cierto, Andalucía es la región que más ha crecido en este sentido. Concretamente en el ámbito agroalimentario es la comunidad más exportadora y el crecimiento en exportaciones de tecnología avanzada es muy significativo. En los primeros nueve meses de 2013 las exportaciones andaluzas superaron los 20.000 millones de euros. Todo esto se va trasladando cada vez más al mercado interior favoreciendo un proceso de sustitución de importaciones por producción nacional.

Otro de los datos que nos hacen mirar con optimismo al 2014 es el incremento de las entradas de capital extranjero.  La inversión directa extranjera en términos netos se duplicó en 2013. Son datos que nos pueden ayudar a predecir algo del escenario en que nos encontraremos en 2014. El siguiente paso será actuar en función de lo predicho y esa es una apuesta de valientes. Actuar es decidir. Sea la macroeconomía que la microeconomía se nutre de la infinidad de pequeñas decisiones que se toman cada día. En la empresa es prioritario el tomarlas para conseguir objetivos, contando con las personas y con los equipos que la forman, reconociendo a menudo limitaciones en los recursos pero también asumiendo riesgos e incertidumbres, teniendo que responder de lo realizado y considerando el interés general de la sociedad, en un contexto cada vez más dinámico, más globalizado, de mayor competencia y bajo la necesidad constante de la innovación. Tomar decisiones en una empresa, y tomarlas con sensatez y responsabilidad, responde a la sustancia de la vocación emprendedora y a un compromiso ético ineludible. La responsabilidad del empresario es altísima porque cuando una empresa progresa y se desarrolla, con ella lo hace también el conjunto de la sociedad.

Manuel Bellido

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por @mbellido

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