2011: Tiempo de prorroga

Conocí hace días, a través de una nota de prensa, que el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) español disminuyó en el mes de diciembre 5,4 puntos con respecto al mes anterior, situándose en los 64,6 puntos, un nivel hasta el que no bajaba desde el segundo trimestre de 2009. Esta noticia junto al resultado de las encuestas que se vienen realizando en estos meses muestran que los ciudadanos de a pie retrasan la recuperación económica y afrontan el día a día con poca esperanza. Desanimo, falta de ilusión, ningún horizonte positivo que haga pensar que 2011 verá la luz de la recuperación del empleo y la economía. Nadie apuesta o imagina un escenario de creación de empleo. Es frecuente escuchar que en 2011 todo va a seguir igual.
Para tener éxito, para salir de las crisis los países necesitan estabilidad institucional convicciones y proyectos. España en estos momentos no tiene ninguno de estos ingredientes. Da la sensación que este gobierno no tiene claro ni quiénes somos ni a dónde queremos ir.
La encrucijada en la que se encuentra actualmente España es muy peligrosa. Los nacionalistas siguen presionando en una batalla por la ruptura. Sus argumentos son difíciles de entender en momentos en el que la solidez del Estado seria fundamental para salir de la crisis, engrandecernos y afianzar el futuro.
Hay un tapón impide que fluya la ilusión, que fluya la economía. El tapón son como casi siempre los políticos empecinados en anteponer sus necesidades personales a los intereses del país. España es una nación que está capacitada y dispuesta a trabajar para aportar e influir, para salir de este agujero donde nos ha metido la miopía de quien sólo sabe mirar por la propia necesidad.
2011: un reto. Este país está en tiempo de prórroga y llega el momento del ahora o nunca o se marca o se pierde el campeonato.