Me encanta echarle un vistazo a la prensa americana. No perder de vista la vida social de Estados Unidos ofrece siempre la posibilidad de reflexionar, comparar, sacar conclusiones, imaginar hacia dónde vamos. Estados Unidos, un país donde una mujer se presentó a unas elecciones primarias de su partido para ser candidata a presidente y actualmente es secretaria de estado, hablo de Hillary Clinton. Donde la alcaldesa de una gran metrópoli como Houston, se declara abiertamente lesbiana y la sociedad la acepta sin prejuicios, hablo de Annise Danette Parker. Un país donde una de cada 5 mujeres gana más que el marido y está claro que, en cuestión de remuneración y salarios, la brecha entre los dos sexos se va reduciendo cada vez más. Los hombres siguen ganando más que las mujeres en el 78% de los matrimonios, sin embargo el porcentaje donde la mujer lleva a casa un sueldo más alto que el marido se ha cuadruplicado desde los años 70. Entonces era del 4%, ahora es ya del 22%. Lo ratificaba el centro Pew Research en un estudio reciente. Parece que conforme la posición de la mujer avanza, también lo hace el resto de la sociedad. El derecho al voto, a ocupar cargos públicos, el derecho a la no discriminación por el mero hecho de ser mujer son conquistas más que asentadas en nuestra sociedad occidental, y, sin embargo, aún no se ha tocado techo en el camino de igualdad. El que ya una de cada 5 mujeres gane más que su marido en Estados Unidos es un avance significativo y esperanzador.