¿Qué haríamos sin los libros?

La fecha del 23 de abril es simbólica. Un 23 de abril fallecían Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. También nacieron – o murieron – otros escritores como Josep Pla, Maurice Druon, Vladimir Nabokov, K. Laxness o Manuel Mejía Vallejo. La Conferencia General de la UNESCO escogió esta fecha para rendir un homenaje en todo el mundo al libro y a sus protagonistas: los escritores, editores, libreros, educadores, bibliotecarios, La Asociación de Editores de Andalucía nos invita a celebrarlo este año con un eslogan muy sugerente: “Mejor con un libro” Como en las once ediciones anteriores se pretende fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. La campaña está dirigida sobre todo a la gente que viaja, ya que, “aunque cualquier momento puede ser bueno para leer, el tiempo del trayecto o de la espera puede ser mucho más ameno y enriquecedor con la lectura”. A partir del 23 de hoy Ljubljana será la capital mundial del libro. En un día como hoy me gusta recordar el libro “Balzac y la joven costurera china” de Dai Sijie, donde en la sociedad china de Mao Zedong dos jóvenes son enviados a una aldea perdida en la montaña, cerca de la frontera con el Tibet, para ser reeducados. Un día cambió todo para ellos, al descubrir una maleta de un amigo suyo de otra aldea, llena de libros prohibidos en la época; libros de autores occidentales. Con los libros se abren nuevas posibilidades: nuevas formas de cavilar y de articular sentimientos e ideas. En aquellos tiempos de represión intelectual la lectura de Balzac, Sthendal, Dumas…, que en otras condiciones y circunstancias hubieran pasado casi desapercibidos, adquiere una importancia vital. Una pequeña joya que nos vuelve a remachar la importancia de los libros. ¿Qué haríamos sin ellos? La vida es mejor si nos dejamos acompañar por ellos.